Escribió la “Biblia Regia”, la segunda versión editada en varias lenguas, una obra que comenzó en León y en la que incluyó como novedad el siriaco (asirio o caldeo), además de un diccionario. Se trata de Benito Arias Montano (1527-1598), a quien se exaltará en una gran exposición en León.
El próximo año es el centenario de la “Biblia Complutense” (1514), la primera biblia políglota escrita en España, concretamente en latín, griego, hebreo y arameo.
Con motivo de este centenario, el Instituto Bíblico y Oriental de León (IBO), único en España en su género, prepara una gran exposición de textos bíblicos en la que destacará al humanista Arias Montano, uno de los mejores orientalistas de todos los tiempos, figura que, pese a su importancia, “ni siquiera se ha incluido en los estudios de Secundaria”.
La exposición se organizará en León, una ciudad donde el orientalismo tiene “poso y vigor”, entre otros motivos por este religioso de la orden de los Jerónimos que vivió “dos o tres años” en la ciudad, donde se inspiró para crear su biblia, ha explicado hoy a EFE Jesús García Recio, director del IBO.
Que Arias Montano comenzara su obra en León es un dato que prácticamente se desconocía, como otras tantas muchas cosas del autor. Hubo un humanista, Gaspar Morocho Mayo (Ávila, 1941- León, 2002) que quiso escribir una gran biografía de este orientalista, pero falleció antes de concluirla, afirma García Recio.
Con esta exposición, se pretende encumbrar a Arias Montano y colocarle en el lugar que se merece, ha afirmado.
Nacido en Fregenal de la Sierra (Badajoz) y fallecido en Sevilla, Arias Montano escribió la “Biblia Regia”, o “de Amberes”, por encargo del rey Felipe II, ya que era prácticamente imposible para los estudiosos de la época hacerse con un ejemplar de la “Complutense”, escrita por el cardenal Fray Francisco Jiménez de Cisneros (1436-1517), ya que había muy pocos.
“Tuvimos la desgracia de que varios de los barcos que tenían previsto repartir la ‘Biblia Complutense’ por Europa se hundieran”, de ahí que quedaran tan pocas obras. Para solucionar el asunto, Felipe II encargó años después una versión de la biblia políglota a Arias Montano, quien la hizo y mejorada.
La “genialidad” de esta nueva biblia estribaba en que creó una versión en la que incluyó el siriaco como novedad, además de otros elementos pedagógicos, como un diccionario que sirvió de ayuda para leer los textos bíblicos, así como ilustraciones, mapas y descripciones de monumentos, como el templo de Salomón.
La obra se fraguó en León, pero se imprimió en Amberes. Arias Montano era una persona de confianza de Felipe II, quien le envió a los Países Bajos para que le informara de lo que allí ocurría. Salió en 1572 y fue financiada por el monarca. Es más, sin su ayuda económica no hubiera sido posible.
Todo esto se difundirá en esta exposición que prepara el IBO y en la que se incluirán textos de la biblia de Arias Montano, de la que el IBO conserva un ejemplar.
No es difícil encontrar una versión de la biblia de Arias Montano, porque se editaron “bastantes”. No es el caso de la “Complutense”, de la que se conservan pocas obras.
Con esta exposición, el Instituto pretende además contribuir a situar a la biblia en el lugar que se merece. “Últimamente, está un poco orillada”, lamenta García Recio. Se ha relegado a la catequesis y las clases de religión, pese a la importancia de esta obra, que fue considerado como un “magnífico libro de gramática y diccionario” y fuente de inspiración de poetas.
García Recio (Aleje, León, 1958) es considerado una autoridad mundial en los estudios orientales y de semiología. Dirige el Instituto Bíblico y Oriental, patrocinado por la Fundación Eulen, del empresario David Álvarez, y la Obra Social Caja España-Caja Duero, una institución que comenzó a funcionar en 2003 y fue inaugurada en 2009.
Fuente: eldiario.es | Autora: Belén Molleda